El consultor Internacional e integrante del Consejo Nacional de Educación, doctor José Rivero Herrera, puntualizó que la Nueva Ley de Desarrollo Docente es necesaria para resolver el problema que ocasionaba la vigencia de dos leyes paralelas que hacía imposible desarrollar una real política de gestión magisterial. Esta iniciativa recoge un conjunto de debates desarrollados en la última década sobre el desarrollo magisterial y perfecciona en buena medida tanto la ley del Profesorado como la Ley de Carrera Pública Magisterial, subrayó.
La situación de precariedad en que se encuentra actualmente el magisterio tiene ahora una luz de esperanza con esta propuesta y su difusión será un test para saber qué dirigencias trabajan en función de la educación de los niños y adolescentes del Perú y a qué dirigentes les importa muy poco la educación y prima en ellos lo político, agregó el educador.
El especialista expresó su deseo de que en el Congreso de la República
prime el criterio técnico más que el político , agregando que si esta
ley se aprueba el Ministerio de Educación no cometa los errores que
hubo en la aplicación de la Ley de Carrera Pública Magisterial que se
aprobó manteniéndose también vigente la ley del profesorado.
Recordó asimismo que la anterior administración tomó la CPM como una
suerte de enfrentamiento con el magisterio y no como una opción
convocante del mismo, desprestigiándose la palabra “Carrera Pública
Magisterial”. Hubiese deseado que los congresistas y los medios que
ahora hacen tanto escándalo hubiesen hecho lo mismo cuando se vendió el
local del MED o cuando se hicieron pruebas falsas en aplicación de la
ley, acotó.
Añadió que la LDD le hace mas justicia al maestro pues establece, por un
lado, que todo el magisterio sin excepción ingrese a una carrera
pública sin cortapisas y que se les otorgue un aumento básico, ya que
era inaceptable que la gran masa de maestros permanezca con sus sueldos
congelados desde hace seis años. Por otro lado, mantiene el espíritu de
exigencia y evaluación al buen desempeño que no debe perderse de vista
como uno de los principales motores al desarrollo de la educación.
En tal sentido, comentó que los nuevos criterios de evaluación
propuestos por la actual gestión mejoran la CPM porque en ella se le da
mucho más peso al desempeño docente en el aula.
José Rivero sugirió, sin embargo, que la nueva ley resalte más la
importancia que tiene el director de cada institución educativa.
Añadió que para la mejora efectiva de los aprendizajes no es suficiente
sólo la nueva norma pues se requieren además todo un conjunto de medidas
complementarias como ampliar los criterios de capacitación, dar más
estímulos para el perfeccionamiento docente y mayor respeto al nivel
profesional que no se dio en la CPM.
De otro lado, calificó de inteligente la propuesta de ampliación de la
carrera docente a ocho niveles, pues antes el maestro llegaba al límite
a los 45 ó 50 años y tenía que laborar durante 15 a 20 años sin ninguna
motivación ni posibilidad de ascenso. Que el último escalón perciba el
160 por ciento más de salario es una propuesta interesante, señaló.